Escultura antropomórfica de arcilla precolombina | Tradición del oeste de México | Circa 300 d. C.
Descripción
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Contexto histórico y origen
Región: Occidente de México (Nayarit o Jalisco)
Material: Terracota moldeada y bruñida a mano con engobe rojo.
Período: Precolombino, alrededor del 300 a. C. – 300 d. C.
Descripción
Esta evocadora figura de terracota, sentada con las rodillas flexionadas y los brazos ligeramente extendidos, ejemplifica la maestría de la tradición de las tumbas de tiro del oeste de México. Su rostro ancho y sus rasgos estilizados están cuidadosamente modelados, transmitiendo presencia y estabilidad. Restos del engobe rojo original permanecen visibles en la superficie, ligeramente erosionados por siglos de enterramiento. Figuras como esta fueron creadas como acompañantes rituales de los difuntos, colocadas en tumbas de tiro para actuar como guardianes, efigies ancestrales o espíritus protectores. Montado sobre una peana negra de museo a medida, este ejemplar demuestra tanto la fuerza expresiva como la profundidad cultural del arte funerario mesoamericano temprano.
Características
- Figura antropomorfa sentada de terracota con extremidades modeladas.
- Rasgos faciales estilizados con detalles incisos.
- Rastros de engobe rojo original y bruñido superficial.
- Montado en un soporte de museo negro personalizado para mayor estabilidad y exhibición.
- Fuerte representación del arte tradicional de las tumbas de pozo.
Importancia cultural
En la cultura ritual del occidente de México, las figuras de terracota desempeñaron un papel central en las prácticas funerarias. Colocadas en tumbas de tiro, servían como guardianes, acompañantes o representaciones ancestrales para proteger y guiar a los difuntos en el más allá. Sus formas a menudo enfatizaban la fertilidad, la vitalidad y la presencia protectora, simbolizando la relación duradera entre los vivos y sus antepasados. Por ello, proporcionan una valiosa perspectiva de las creencias, las estructuras sociales y las prácticas rituales de las sociedades mesoamericanas tempranas.
Condición
Buen estado arqueológico con incrustaciones superficiales, depósitos minerales y pérdidas por deslizamiento previsibles, acordes con su antigüedad y enterramiento. Sin evidencia de sobrepintado moderno. Estable y estructuralmente sólido, listo para su exhibición.
Dimensiones (aproximadas)
Altura: 7 pulgadas
Ancho: 2 pulgadas
Profundidad: 3 pulgadas
Edad
Alrededor del 300 a. C.–300 d. C.
Descripción
Contexto histórico y origen
Región: Occidente de México (Nayarit o Jalisco)
Material: Terracota moldeada y bruñida a mano con engobe rojo.
Período: Precolombino, alrededor del 300 a. C. – 300 d. C.
Descripción
Esta evocadora figura de terracota, sentada con las rodillas flexionadas y los brazos ligeramente extendidos, ejemplifica la maestría de la tradición de las tumbas de tiro del oeste de México. Su rostro ancho y sus rasgos estilizados están cuidadosamente modelados, transmitiendo presencia y estabilidad. Restos del engobe rojo original permanecen visibles en la superficie, ligeramente erosionados por siglos de enterramiento. Figuras como esta fueron creadas como acompañantes rituales de los difuntos, colocadas en tumbas de tiro para actuar como guardianes, efigies ancestrales o espíritus protectores. Montado sobre una peana negra de museo a medida, este ejemplar demuestra tanto la fuerza expresiva como la profundidad cultural del arte funerario mesoamericano temprano.
Características
- Figura antropomorfa sentada de terracota con extremidades modeladas.
- Rasgos faciales estilizados con detalles incisos.
- Rastros de engobe rojo original y bruñido superficial.
- Montado en un soporte de museo negro personalizado para mayor estabilidad y exhibición.
- Fuerte representación del arte tradicional de las tumbas de pozo.
Importancia cultural
En la cultura ritual del occidente de México, las figuras de terracota desempeñaron un papel central en las prácticas funerarias. Colocadas en tumbas de tiro, servían como guardianes, acompañantes o representaciones ancestrales para proteger y guiar a los difuntos en el más allá. Sus formas a menudo enfatizaban la fertilidad, la vitalidad y la presencia protectora, simbolizando la relación duradera entre los vivos y sus antepasados. Por ello, proporcionan una valiosa perspectiva de las creencias, las estructuras sociales y las prácticas rituales de las sociedades mesoamericanas tempranas.
Condición
Buen estado arqueológico con incrustaciones superficiales, depósitos minerales y pérdidas por deslizamiento previsibles, acordes con su antigüedad y enterramiento. Sin evidencia de sobrepintado moderno. Estable y estructuralmente sólido, listo para su exhibición.
Dimensiones (aproximadas)
Altura: 7 pulgadas
Ancho: 2 pulgadas
Profundidad: 3 pulgadas
Edad
Alrededor del 300 a. C.–300 d. C.
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